Las dos patrias – Manuel González Prada

Tipo: Ensayo
Publicación: 1ra edición 2016
Número de páginas: 76 págs.
Medidas: 12,5 x 18,5 cms.

“De loco debe tacharse al pueblo que para robustecerse no abriga más esperanza que la debilitación de los pueblos limítrofes. Ver encorvarse al vecino ¿equivale a crecer nosotros? Ver sangrar un enemigo ¿da una gota de sangre a nuestras venas?”

Los textos reunidos aquí condensan diferentes observaciones de Manuel González Prada sobre el conflicto con Chile, las fuerzas armadas, la división social y el patriotismo, desde la primera época de Páginas libres, hasta los últimos años de su vida. Como su actividad poética jamás decayó, se incluyen dos de sus poemas que apologizan el cosmopolitismo y la concordia universal, tanto para abarcar todo el período evolutivo de su pensamiento, como para conmemorar estas nuevas “fiestas patrias” oyendo la impetuosa voz de un hermano espiritual de todos los habitantes del mundo.

Las dos patrias pesar de haber sido escrito hace casi un siglo, posee una notable vigencia. No mucho han cambiado los fundamentos en los que se sostienen las sociedades latinoamericanas; siguen estando igual de divididas como lo han estado desde su fundación como repúblicas, cuando se organizaron como haciendas de explotación y no como garantes de la justicia social. Dos patrias, la de los grandes propietarios y usurpadores del poder político, y la del resto, dos naciones enfrentadas en una guerra no siempre declarada, pero manifiesta en toda la maquinaria de marginación, opresión y violencia desplegada en cada momento, especialmente cuando se materializan los propósitos contradictorios y las clases populares se alzan para aspirar a la dignidad que forzosamente les ha sido arrebatada.

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MANUEL GONZÁLEZ PRADA (1844-1918) nació en Lima el año 1844, en medio de una vieja familia aristocrática. Su temperamento lo convirtió tempranamente en poeta, labor que ejerció notablemente en el Perú a lo largo de su vida. No obstante, serán sus artículos periodísticos y sus mordaces discursos públicos los que se plasmarán como una huella de fuego en la memoria cultural de su país y del continente. La derrota de la Guerra del Pacífico despertó a un furioso combatiente, firme opositor de todo lo decadente y degenerado que corrompía a su país. Sus obras clásicas, Páginas libres (1894) y Horas de lucha (1908) reúnen con intensidad esta admirable actitud. Escribió también numerosos ensayos y artículos que aparecieron en periódicos como Germinal y Los parias y que póstumamente fueron editados por su hijo, Alfredo González Prada y el intelectual peruano Luis Alberto Sánchez. En 1918 murió siendo director de la Biblioteca Nacional, único cargo público que aceptó.