Educación – Élisée Reclus

Tipo: Ensayo
Publicación: 1ra edición 2015
Número de páginas: 120 págs.
ISBN: 978-956-9261-07-7
Medidas: 12,5 x 19,5 cms.

“La escuela verdaderamente emancipada de la antigua servidumbre no puede tener franco desarrollo sino en la Naturaleza.”

Educación es el segundo volumen de la serie «El Hombre y la Tierra». Antecedido por El Estado Moderno, con este volumen vamos avanzando en el ambicioso propósito de esta serie: publicar una selección de apartados de la voluminosa obra El Hombre y la Tierra del geógrafo francés Élisée Reclus, conservando las ilustraciones y fotografías de la obra originales e incluyendo estudios preliminares de investigadores del corpus reclusiano, acompañados de apéndices con materiales históricos sobre o del autor en cuestión.

Específicamente, el apartado «Educación» (páginas 441 a la 506) corresponde al sexto volumen «Historia Contemporánea (continuación)» de «El Hombre y la Tierra», edición de la Escuela Moderna de Barcelona, año 1909, cuya traducción desde el francés fue hecha por Anselmo Lorenzo y luego revisada por el naturalista Odón de Buen. La serie de los seis tomos abarca el desarrollo completo de la Humanidad hasta el momento en que fue publicado. El tomo I lleva por título «Los Antepasados e Historia Antigua», siendo los que siguen, «Historia Antigua (continuación)» [tomo II], «Historia Antigua (continuación) e Historia Moderna» [tomo III], «Historia Moderna (continuación)» [tomo IV], «Historia Moderna (continuación)» e «Historia Contemporánea» [tomo V]. El texto original fue publicado en francés, con la misma carátula, también en seis tomos.

El texto que a continuación se reproduce, corresponde a una selección hecha por el Grupo de Estudios José Domingo Gómez Rojas, siendo tomado de la publicación efectuada el año de 1909. Este sexto tomo contiene, además, los siguientes capítulos en orden: «Inglaterra y su cortejo»; «El Nuevo Mundo y la Oceanía»; «La Cultura y la Propiedad»; «La Industria y el Comercio»; «La Religión y la Ciencia»; «El Estado Moderno»; y «Progreso». Se ha intentado incluir la mayor cantidad de imágenes aparecidas, para entregar, de la forma más clara posible,
la densidad científica y artística del texto. Cabe señalar que, a diferencia del primer volumen, hemos incluido el prefacio que abre El Hombre y la Tierra en su primer tomo. Esto se mantendrá durante los siguientes volúmenes.

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ELISEO RECLUS (1830-1905) fue un eminente geógrafo y un destacado teórico y militante del anarquismo. Élisée Reclus, nació en Sainte-Foy-la-Grande, en medio de una familia protestante, siendo el cuarto hermano de una decena de hijos del pastor Jacques Reclus, que como tal, sea en secreto o explícitamente, esperó siempre que uno de su descendencia siguiera su camino: lamentablemente para él, tanto Élisée como Élie, su hermano mayor, caminaron juntos el Ideal anarquista. Desde muy niño, dejó que su imaginación
vagara libre por montes, ríos y praderas, acrecentando lo que años después se mostraría en plenitud en las cientos de miles de páginas que van desde la geografía física a la “Geografía Social”, estudio y método desarrollados por Élisée Reclus para dar a conocer cómo las formas de relaciones libres entre las personas y de éstas con la Naturaleza han estado presentes en la evolución de la humanidad, sobre todo en cuanto a lo que él denominó como las tres leyes: la “lucha de clases”, la búsqueda del equilibrio y la soberanía del individuo. Desde un comienzo, su vida está plagada de idas y venidas, cárceles y exilios: si bien cuando joven viajó a causa de sus estudios en Alemania con los hermanos moravos, ya luego como estudiante de teología en Montauban, no tardarían en dar frutos: por un viaje para ver el mar Mediterráneo, junto a su hermano Élie, será expulsado de la facultad. Aprendiendo idiomas, estudiando geografía con Karl Ritter y resistiendo al golpe de Estado que da Napoleón III (en esta época ya era republicano y socialista), la vida de Reclus estará marcada desde entonces por la exploración de Europa y América, sea por cuenta propia o por los exilios, los que soporta gracias a sus investigaciones y la presencia de su hermano Élie. Mientras va de Irlanda a la actual Colombia, a Estados Unidos o de vuelta a Europa, su espíritu socialista crece, se fortalece, al tiempo en que se modifica. Se unirá a la causa communard que toma París en 1871, siendo arrestado y finalmente expulsado. Desde antes, ya había trabado contacto con Bakunin y Kropotkin. Del primero se hará cargo se sus escritos. Con el segundo, además, le unirá la pasión geográfica. Obras como La Tierra, Nueva Geografía Universal o El Hombre y la Tierra son demostración cabal de la fortaleza, sabiduría y disciplina de este hombre que, muy por el contrario a lo que muchos creen, en cada página desenvuelve, para dar a conocer, la Anarquía en su estado natural: la de los ríos y montañas, la de los pueblos primitivos o de las sociedades laborales que se ayudan en interés de la libertad. Se dice que al momento de morir, le comentaban la sublevación en Sebastopol en Rusia, por lo que se le escuchó decir: “La Revolución, ¡Al Fin!”. Este mismo hombre había expresado que “La Anarquía es la más alta expresión del orden”. Murió físicamente un 4 de julio de 1905.